Un día sin mexicanos: Migración, discriminación y otredad.

Por Daniel Peralta

Estado de California, 6:00 AM de un día cualquiera. Se empiezan a reportar desapariciones de migrantes de origen latino a lo largo de la costa oeste de Estados Unidos. Varios medios de comunicación siguen el extraño acontecimiento. Mano de obra en diferentes industrias y familia son los principales sectores afectados. Lila Rodríguez, una reportera para una cadena nacional de televisión, parece ser la única latina dejada atrás y, quizás, la única esperanza para encontrar a los perdidos.

El sueño america-no

Es curioso cómo un país construido por manos de migrantes, bajo la idea del sueño americano, sea también, uno de los países que más señala, persiga y condene todo lo relacionado con este fenómeno social.

Según la ONU, Estados Unidos es el principal destino elegido por migrantes de todas partes del mundo, en busca de mejores oportunidades de vida. El 84% de la población migrante de la región de América del norte se ha instalado ahí, formando una considerable fuerza de mano de obra en las diferentes industrias que operan, destacando en el campo de la agricultura.

En 1994, en el estado de California, Pete Wilson, gobernador en ese entonces, impulsaba la proposición 187 que proponía negar a los inmigrantes indocumentados servicios sociales, servicios médicos y educación pública, bajo la premisa de que, ninguna persona podía hacer uso de recursos públicos hasta probar su derecho legal de residir en el país.

Un día sin mexicanos

Como respuesta a esta tentativa de ley, en 2003, Sergio Arau llevaría a las pantallas grandes una cinta de ciencia ficción titulada Un día sin mexicanos en la que abordaba el tránsito, asentamiento, discriminación y alienización que las comunidades latinas migrantes enfrentan en el país del norte.

La cinta obedece a una estructura y lenguaje audiovisual propios de un reportaje televisivo. Con esto, Arau se permite ciertas concesiones a la hora de introducir datos duros y unificar la variedad de perspectivas y voces que persigue.

En este vaivén de comentarios de orden social, cobra relevancia que la voz migrante sea silenciada durante toda la obra. El director sugiere que la única forma de hacer visible lo invisible es eliminándolo de raíz, como plantea desde el título.

Esta decisión ayuda a que el discurso no caiga en una revictimización, quitando peso al estigma sobre las comunidades migrantes. Desmintiendo también aquella (falsa) hegemonía anglosajona bajo el recurso de la comedia y la parodia y estableciendo otra visión sobre los estadounidenses.

(NO) Somos mexicanos

Como vemos en la descripción sobre la interpretación que tienen del 5 de mayo, fiesta a la que reconocen como más representativa de las culturas latinas, cuando es sólo un día festivo en México, de no mucha relevancia. Quizás entren aquí otros factores como la invasión francesa y la posterior estadounidense, a territorio mexicano.

También resalta el señalamiento a la falta de conocimiento de la diversidad de culturas que habitamos América Latina, resumiéndonos y simplificándonos como mexicanos con sombreros y otorgándonos características raciales muy poco específicas que, incluso, llegamos a compartir con personas de ascendencia de otros lares como Israel o, Armenia, en el caso de la protagonista Lila Rodríguez.

Lila Rodríguez es reportera en una cadena regional de California. El director de esta cadena busca en varias ocasiones hacer uso del origen latino de Lila para ganar mayor rating de este público. Aunque se revela que Rodríguez es de ascendencia armenia y solo fue educada en un entorno latino.

Durante toda la película notamos las dificultades de Lila para identificarse y asumir su herencia, siendo hasta el final de la cinta cuando, aún sabiendo ya la realidad de su origen, decide abrazar su contexto.

Es a partir de este personaje en donde encontramos una mayor profundidad sobre la problemática de identidad que sufren las personas migrantes al tener que lidiar con el choque entre sus raíces y la nueva cultura a la que intentan pertenecer, vislumbrando una posible respuesta en orden a una sociedad global.

Sombreros y Platillos Voladores

Para este punto, y durante la mayor parte de la película, puede que se pregunten cómo es que cae en la categorización de ciencia ficción. Debo confesar que yo tampoco me había planteado de no ser por el libro Historia de la ciencia ficción latinoamericana en el que la mencionan como tal.

Cabe resaltar que, Un día sin mexicanos, no apela a muchos de los criterios que el sci-fi estadounidense y europeo describen. Hará falta replantearnos el significado del género y, sobretodo, abordarla como una reivindicación a la ciencia ficción mexicana y, a la postre, latinoamericana.

Dejando este punto claro, también debemos señalar que en personajes como el Dr. Takeshi, quien argumenta que la desaparición latina se debe a una bomba nuclear programada para eliminar a todxs aquellxs quienes posean el factor L(atino), hallamos un símil con estos otros paradigmas.

Además se nos narra un discurso sobre la otredad de lxs latinxs y migrantes en comparación con lxs estadounidenses a partir del arquetípico sombrero charro que caracteriza a la descripción del mexicanx.

Este recurso de alienización no es nuevo dentro del imaginario, real o ficticio, estadounidense y es uno de los principales fundamentos para generar miedo y desprecio hacia lx otrx. El señalamiento y ridiculización que Arau hace sobre esta situación es uno de los puntos más fuertes en su obra y, lo que al menos para mí, mayor consideración genera.

No me digas Beaner Mr. Puñetero

Aunque no destaque en el apartado técnico, Un día sin mexicanos sobresale desde su fondo. Es un ensayo que ha sido y seguirá siendo vigente, sobretodo para lxs latinoamericanxs y valdría la pena que se facilitara su acceso, actualmente no se encuentra en ninguna plataforma.

La identidad en la que nos podamos acomodar ya no depende de nuestro origen. Los vínculos que construimos así como nuestro sentido de pertenencia obedece a un estándar mucho más amplio que el lugar de nuestra residencia o los tránsitos que realicemos.

La migración es un fenómeno mayor a un país o región especificas. Es un andar cotidiano del que todos somos parte y, aunque haya diferentes factores que lo detonen y diferentes papeles que desempeñemos, no podemos apartar los ojos.

Recuerda que ya está disponible el episodio de Un día sin mexicanos en el podcast Horizonte de Sucesos.

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